Juegos de olfato

Aunque los cachorros son esencialmente ciegos al nacer, su sentido del olfato está completamente desarrollado y activo. Es el sentido más poderoso de un perro e incluso, cuando es longevo, sigue siéndolo. Mientras nosotros nos enfocamos en cómo se ven las cosas, las atenciones de nuestros perros se centran en una mezcla heterogénea de aromas que flotan en el aire. Son unos maestros de olfato

Mientras los humanos tenemos seis millones de receptores olfativos; los perros tienen hasta 300 millones. Además, la parte del cerebro que analiza los olores es 40 veces más grande. Esto permite a los perros encontrar y seguir el rastro de cualquier cosa – excursionistas perdidos, descubrir trufas enterradas o incluso localizar cadáveres debajo del agua.

Aunque  dependen del olfato para sobrevivir, para su desgracia, gracias a la vida que tienen como mascotas, han perdido gran parte de este potencial. Sin embargo, con solo un poco de planificación y paciencia, puede agregar juegos de aromas divertidos.

Estos son algunos ejemplos:

1 Encontrar comida

Es el modo más sencillo, se trata de colocar premios de comida esparcidos por el suelo para que los encuentren por su aroma. Una vez que encuentre el primero (a menudo por accidente), rápidamente descubrirá la posibilidad de encontrar otros con su nariz.

Comienza colocándolas a la vista mientras está fuera de la habitación, le llamas y observa como las busca, rápidamente buscará más. Repite colocando los premios en lugares menos obvios; en una esquina, justo debajo de un sofá o mesa de centro, o incluso debajo de un cojín para perros. Coloca los premios mientras está fuera o en otra parte de la casa.Colóquelos mientras ella está afuera, o en otra parte de la casa.

Varia la colocación y la cantidad; algunos días solo esconde una golosina. Una vez que «lo consigue», varia el elemento oculto. Intenta esconder un juguete dispensador de comida lleno de golosinas.

También puedes optar por apagar la luz o ponerle un antifaz para perros especial para juegos de olfato (calming cap o similar).

2 Tocar la mano

Pon premios sabrosos en tu mano, cuanto más sabroso, mejor; coge uno, cierra el puño y pon la palma hacia abajo; ofrécele ese puño y dejale olfatear. Mientras lo hace, dices «¡búscalo!» Una vez que lo haya olfateado, abre la mano y ofrece el premio, diciendo: «¡buscalo!» repite esto unas cuantas veces. Luego, agrega tu otro puño vacío. A continuación, mueve las manos cerradas hacia adelante y hacia atrás, luego ofrece ambas cosas y di «¡Encuéntralo!» Cuando olfatea la mano de la golosina, di: «¡Encuéntrala!» Y ábrela para darle la golosina.

Repite esto, alternando la mano en la que colocas la golosina. A medida que continúe, espera hasta que pueda ver su nariz realmente «alerta» en la mano antes de abrirla. La idea es enseñarle que la ubicación del tratamiento varía y solo se puede encontrar oliéndolo. Una vez que lo consigue, agrega los dos puños de un amigo a la mezcla, haciéndolo doblemente difícil para ella.

3 Olores de animales

Los perros nacen rastreadores de presas, y con gran instinto cazador, aprovecha esto haciendo que aparezca el olor de otro animal. Mejor probar esto solo al aire libre, ya que los perros a menudo orinan sobre el olor de otro animal como una forma de recuperar territorio.

Para comenzar, dale una toalla o un trapo viejo a un amigo y pídele que lo frote sobre otro perro o el gato. Luego, sin la presencia del perro, coloca la tela oculta en algún lugar del patio, debajo de un arbusto o detrás de un árbol. ¡Entonces deja salir a tu perro y ve qué pasa! Puedes probar esto aleatoriamente con el aroma de diferentes animales para que tu perro adivine.

4 Ocultar y buscar (el escondite)

Mientras tu perro esté distraido escóndete en un armario, debajo de una cama o en un lugar donde normalmente no esperaría que estuvieras. Entonces solo espera, inevitablemente comenzará a buscarte. Una vez que te encuentre, alabar y recompensar! Si estás en un armario y la oyes olfatear en la puerta, sabrás que está haciendo lo que los perros han hecho durante siglos.

Luego, llévelo al aire libre a un área boscosa sin correa para perros, preferiblemente sin nadie más alrededor. Haz que un amigo sostenga a tu perro, luego camina hacia el bosque y busca refugio. Tu amigo debe esperar 30 segundos, luego decir «¿Dónde está (tu nombre)?» Y liberar. Tu perro debería buscarte. En un minuto debería encontrarte. Aumenta la distancia para dar dificultad.

5 Juego de trileros

El famoso juego de los trileros: Esconde debajo de un vaso un premio mientras el perro mira, muévela hacia alante y atrás y di «encuentra». Cuando lo huela, levanta la taza y di «encuentra». También vale que golpee el vaso.

A continuación, agrega una segunda taza. Coloca la golosina y luego mueve las tazas de un lado a otro. Di “¡Encuéntralo!” Y déjala que huela cada taza. Espera hasta que huela la correcta antes de alabar y levantar la taza.

Repetir hasta que acierte. Luego, agrega una tercera taza, y repite hasta que lo haga en el primer intento cada vez. En ese momento, sabrá que está usando su nariz y no una elección aleatoria.

6 ¿Dónde está la cena?

Consiste en cambiar la ubicación de la comida cada noche.

Primero colocarlo en la habitación de al lado; comenzará a oler con entusiasmo y encontrará el tazón rico en aromas en segundos. Al día siguiente, esconde el tazón en algún lugar de la casa y llámale a cenar. Le llevará un poco más de tiempo, pero lo encontrará y lo engullirá. Una vez que hayas establecido este juego, mueve su tazón una o dos veces por semana y haz que lo encuentre.

7 Senderos de olores

La comida no es lo único en que los perros están interesados. Los aromas únicos, como los aceites esenciales (la lavanda, el anís y la valeriana funcionan bien) pueden motivar a los perros y excitarán sus instintos de rastreo.

Para empezar, consigue un juguete favorito (una pelota funciona bien) y ponle unas gotas de aceite esencial. Luego, juega un juego rápido de búsqueda en interiores, seguido de una recompensa. Hazlo varias veces en un día. Al día siguiente, con el perro ausente, esconde el mismo juguete, luego coloca pequeños trozos de papel ungido con el aceite en el suelo, alejando a 50 cm. Luego, deja que el perro entre en la habitación donde comienza el sendero y di: “¡Encuentra tu bola!” La mayoría de los perros olerán las hojas de papel y, finalmente, conectarán ese olor con la bola. Continúa y elogia cuando sigue el rastro. Cuando encuentre la pelota, ¡recompensa!

Reduce gradualmente la cantidad de papeles perfumados hasta que pueda encontrar la bola perfumada. Una vez dominado en casa, prueba a hacerlo en el parque o en el campo. Cuando lo tenga controlado, cambia el olor y el juguete y comienza de nuevo.

8 Encuentra el olor

Para empezar, toma la misma bola perfumada y colócala en una caja de zapatos. Luego, anímala a que se acerque y la olfatee diciendo: “¡Encuentra tu bola!”. Finalmente, rascará y pateará la caja, por lo que deberías sacar la bola y recompensa con ella. . A continuación, repite esto, solo con tres cajas, la bola en la caja original (para evitar la contaminación cruzada). Di «¡Encuentra tu bola!» Y trabaja hasta que ella tenga éxito.

Ahora, en lugar de poner la bola perfumada en una de las tres cajas, simplemente coloca una hoja de papel en la misma caja, con unas gotas del mismo aroma. Oculta la bola perfumada, lávate las manos, luego coloca una bola nueva, sin perfume, en un bolsillo. Di “¡Encuentra tu bola!”. Cuando se acerque a la caja con el papel perfumado, felicita, luego saca la bola del bolsillo y tírala como recompensa. Repita esto con el tiempo, aumentando la distancia y el número de cajas.

Todos estos juegos de iniciación sólo son una pequeña muestra de todas las cosas que puede hacer un perro. Si crees que tiene mucho talento, puedes buscar algún club de olfato y rastreo o hacer algún curso avanzado.

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Propuesta de día de campo con tu perro

Propuesta de trabajo para día de campo con nuestros amigos en el que pretendemos que el animal disfrute, a la vez que trabaja en el campo. Esta actividad le aportará beneficios de salud física y mental, además de reforzar la relación social con sus tutores.

Paseo relajante:

Iniciamos la actividad dando un paseo relajante, con o sin correa dependiendo del lugar, adiestramiento y nivel de obediencia del animal. Recordemos que, en muchos sitios, la suelta está prohibida además de poder resultar peligrosa (por la presencia de otras especies animales, senderistas, etc.).

En este paseo  debe tener una cierta autonomía pudiendo olisquear, marcar y moverse por libre. Si usamos correa, la tensión debe ser inexistente.

Juego de olfato por fases
  1. Sujetando al perro, esparciremos trozos de comida por el suelo delante de ellos, y les daremos la orden de buscarlas.
  2. Lo mismo pero sin que ellos vean dónde tiramos la comida. Por ejemplo llevándolos detrás de algo que les imposibilite la visión (árbol, muro…).
  3. Esta vez sin comida, usando algún objeto de su interés (algún juguete). Lo sujetamos y escondemos el juguete haciéndoselo buscar. Usamos las mismas técnicas que hicimos con la comida: primero que vea dónde lo escondemos y luego que use sólo el olfato.

Trepar:

Podemos hacer un trabajo de trepa progresivo con el perro, adaptando la dificultad y exigencia a sus características. Es muy importante tener en cuenta las características del animal y su seguridad. Hay que tener en cuenta, que en este tipo de ejercicios se puede dañar una articulación o hacerse alguna lesión que, en ocasiones puede ser grave. Por eso la responsabilidad del tutor ha de ser grande y adecuar estos ejercicios.

El trabajo siempre se hará progresivamente e iremos aumentando la altura que consideremos necesario. En el caso de un perro ágil pueden hasta trepar muros o árboles.

Muro:

Para conseguir que se suba a un muro bastará con que nos subamos nosotros primero o que positivicemos la subida a dicho muro. Pondremos algún objeto de su interés en lo alto y le daremos la orden “hop”.

Arbol:

Siempre con árboles inclinados para que no se caiga desde arriba (extremando las precauciones): colocaremos un objeto de su interés en una parte alta del arbol y le daremos la indicación para que lo atrape.

Esta propuesta de trabajo está orientada a animales sanos y equilibrados. Si el animal requiere de un adiestramiento en obediencia o de una gestión emocional previa por problemas de ansiedad, miedo o agresividad, debes consultar con un profesional antes de soltar a tu perro en el campo.

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Cómo hacer que tu perro no te eche de menos cuando te vas

¿Tú perro se aburre y te hace destrozos?, ¿molesta a los vecinos y ladra cuando no estás?, ¿te preocupa como se siente porque piensas que se va a sentir mal en tu ausencia? ¿te gustaría conocer algunas técnicas para que se distraiga?

Voy a proponer unas cuantas alternativas para cuando el perro se queda solo en casa y no queremos que se aburra, ni esté pensando en que te has ido. En este artículo no voy a hablar de perros que tengan ansiedad por separación,  este caso debería tratarse previamente antes de pasar a este aspecto.

La primera opción es plantearle al perro retos que le hagan distraerse mientras estamos fuera. La mayor parte del estrés del perro, cuando nos vamos, se suele producir en los primeros 30 minutos. Aunque el perro no tenga esa ansiedad si va a echar de menos y se va a sentir triste; recordemos que son animales familiares, de grupo y con un amplio sentido social y de pertenencia, por tanto cuando nos vayamos, se sentirá incómodo triste y nervioso.

También planteamos utilizar los sentidos que más relevancia tienen en el perro cómo son el olfato y el oído. Esparcir pienso por el suelo o esconderlo en determinados sitios para que el perro se quede entretenido buscando, le hará olvidarse por unos cuantos minutos de que nos hemos ido. Este pequeño y simple truco podrá servir para que luego se quede relajado se tumbe..

Otra opción, también dentro de los trabajos de olfato, sería ponerle juguetes específicos que permitan que el perro esté entretenido extrayendo comida de un objeto durante un buen rato. Hay muchas marcas especializadas que fabrican auténticos ingenios de silicona o caucho para que esté un buen rato lamiendo su contenido interno sín la posibilidad de que lo rompa o se lo acabe comiendo.

Podemos fabricarle nosotros algo que pueda tenerle distraído mientras nosotros no estamos. Una propuesta es introducir alimento semi húmedo dentro de un juguete y meterlo en el congelador; al día siguiente, al estar congelado, solidifica y se las tendrá que ingeniar para extraer el alimento. Esto le entretendrá 20 o 30 minutos, el tiempo que más estrés y disgusto causa  tras nuestra marcha.

Por último hay alternativas auditivas y visuales bastante interesantes como son dejarle la televisión puesta o la radio. Se pensaba que no eran capaces de ver la televisión, eso no es cierto, otra cosa es que les interese. Las televisiones más antiguas emitían a una frecuencia que hacía que los perros, al tener una visión más rápida que la nuestra, vieran la tele a saltitos, algo parecido a cuando nosotros veíamos películas antiguas. Sin embargo las modernas de alta calidad sí que permiten captarlas. Hay un canal de televisión llamado dogTV que ya está emitiendo contenidos interesantes para perros en tonalidades bicromaticas (recordemos que los perros ven tonalidades entre azul y amarillo) y sonidos relajantes para ellos.

Y una última alternativa sería dejarles la radio puesta . Existe una emisora llamada radio can, que al igual que dog TV emite contenidos para los cálidos de forma y manera que estén relajados y tranquilos mientras estamos fuera.

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El Juego social entre perros

El juego es fundamental en perros adultos y cachorros, a los pequeños les vale para aprender y a los mayores a socializar con sus amigos y otros perros, además de con nosotros. En este artículo vamos a intentar explicar brevemente y de un modo claro y sencillo como es el lenguaje gestual equilibrado en una interacción sana en el juego social entre perros.

perros jugando de modo equilibrado

Cuando un perro quiere jugar, suele invitar al otro con una señal de reverencia, en la que baja los cuartos delanteros, dejando arriba los traseros en un gesto rápido que – generalmente – el otro entiende y empieza la persecución o la “pelea” entre ambos. En determinadas ocasiones parece (en algunos perros) que se está invitando a la confrontación por lo ruidosos que pueden llegar a resultar.

Se suele dar, en un juego equilibrado, un intercambio de posiciones, en la que uno y otro van alternando la posición de dominancia y sumisión. Si siempre es uno el que ejerce el rol dominante, vemos que hay una disonancia. Si uno se pone panza arriba mostrando sus partes más vulnerables, en una situación de juego, esto es poco común en una situación de confrontamiento. Si no se producen estos cambios de rol, uno se estará divirtiendo y el otro no. En ocasiones deben parar y liberar el estrés que el juego les provoca, si no lo hacen, pueden subir el nivel y llegar al confrontamiento. La liberación debe ser lo más inmediata posible.

Esta posición de la que estamos hablando se produce de forma totalmente voluntaria por parte de los perros. No tiene un carácter de humillar y someter al otro perro. 

Otras señales que manda un perro cuando quiere jugar con otro son: Tocar con la pata, ladrarle, rodearle, acecharle.

Durante el juego debemos observar las señales que están haciendo para que no suba mucho el nivel y acaben teniendo una pelea. Estas señales son: la boca está relajada (no fruncen el ceño); el gruñido no suena gutural (como cuando es señal de amenaza).

Si se llega a observar que el juego sube el tono y puede llegar a ser peligroso, se debe intervenir inmediatamente, sin regañar ni enfadarse: ofreceremos al perro otra opción, jugaremos con él, le distraeremos con algo y, cuando se calme, le dejaremos que siga jugando.

En el video podemos ver como los dos perros se intercambian los roles, usan las patas para provocarse, no usan los dientes como arma, se acercan siempre de lado y, cuando se cansan, dejan de jugar.