Es posible que tu mascota se altere mucho cuando vea a otros perros y se ponga a ladrar como un loco. En algunos casos, hay perros, que gestionan muy mal la relación con otros de su especie llegando, incluso a la violencia. Esto se agrava según la época del año, la raza, lo posesivo que sea, si está en un recinto cerrado, si está sujeto, si es dominante, si es celoso, si hay hembras, si está con otros machos. También se ven estos problemas cuando se trata de dos machos o de dos hembras; aunque en algunos casos, es indiferente y, el perro agresivo, no discriminta.
La situación se agrava aún más cuando esta agresividad se traslada a personas. Hay muchos perros que cuando ven pasar a un corredor, ciclista, patinador, etc., se ponen como locos a ladrar o a perseguir pudiendo llegar a ocasionar un accidente.
¿Qué podemos hacer si nuestro perro muestra cualquiera de estos serios problemas de socialización?
Sin ánimo de ser reiterativos, lo principal es descartar cualquier daño fisiológico o neurológico (visitar al veterinario) y contratar los servicios de un profesional que le haga una buena gestión de modificación de conducta.
No obstante, hay algunas cosas que sí podemos hacer para paliar o reducir estos comportamientos tan desagradables.
1. Ejercicio
El ejercicio diario y abundante es fundamental para nuestra mascota. Al estar activo, se cansará y tendrá menos ganas y motivos de estar pendiente de otros perros. El deporte es bueno para personas y animales y, si no puedes dedicarle el tiempo que necesita, siempre puedes contratar a alguien que lo pasee por ti. Según la raza y tamaño del perro, la actividad física debe aumentar. Si tienes un perro grande, deberás sacarlo al menos un par de horas al día a la calle.
2. Olfato:
Los ejercicios de olfato son fundamentales en toda la vida de cualqueir raza de perro. Si es joven como si es senior, se trata de su sentido más desarrollado. Se podría decir que ellos ven por el olfato. En algunas razas, incluso, es raro verles con la nariz fuera del suelo.
Las técincas para trabajar el olfato son ilimitadas pero te podemos dar algunos consejos como esparcirle comida por el cesped, comprar alfombras de olfato, apagar todas las luces y ponerle comida en el suelo para que le encuentre, esconderle su ración de comida y que la busque…
Es fundamental que el perro te obedezca cuando le llames, de este modo, aunque se ponga nervioso y quiera atacar a otros perros, el mero hecho de que tú le des la instrucción adecuada, hará que salga de esa situación.
Por ejemplo, si tu perro se tira a por los ciclistas, le llamas y le obligas a ir a tu lado hasta que el ciclista se aleje. Así el perro entenderá, que lo que tiene que hacer es lo que tú le mandas y no lo que su innatismo o su mal carácter le empujan a hacer.
4. Trabajos específicos de relación con otros perros
Estos deben ser supervisados por un profesional pero, a groso modo, se trata de enfrentar (con mucha distancia) al perro a aquella situación que lo altera e ir, paulatinamente, reduciendo esa distancia hasta que se vaya sintiendo más cómodo con la presencia de lo que le pone tan nervioso.
En muchos casos será necesario que haya una valla de seguridad en medio y dotar de todos los medios para evitar accidente (bozal, correa al cuello del perro, etc.).
Aunque los cachorros son esencialmente ciegos al nacer, su sentido del olfato está completamente desarrollado y activo. Es el sentido más poderoso de un perro e incluso, cuando es longevo, sigue siéndolo. Mientras nosotros nos enfocamos en cómo se ven las cosas, las atenciones de nuestros perros se centran en una mezcla heterogénea de aromas que flotan en el aire. Son unos maestros de olfato
Mientras los humanos tenemos seis millones de receptores olfativos; los perros tienen hasta 300 millones. Además, la parte del cerebro que analiza los olores es 40 veces más grande. Esto permite a los perros encontrar y seguir el rastro de cualquier cosa – excursionistas perdidos, descubrir trufas enterradas o incluso localizar cadáveres debajo del agua.
Aunque dependen del olfato para sobrevivir, para su desgracia, gracias a la vida que tienen como mascotas, han perdido gran parte de este potencial. Sin embargo, con solo un poco de planificación y paciencia, puede agregar juegos de aromas divertidos.
Estos son algunos ejemplos:
1 Encontrar comida
Es el modo más sencillo, se trata de colocar premios de comida esparcidos por el suelo para que los encuentren por su aroma. Una vez que encuentre el primero (a menudo por accidente), rápidamente descubrirá la posibilidad de encontrar otros con su nariz.
Comienza colocándolas a la vista mientras está fuera de la habitación, le llamas y observa como las busca, rápidamente buscará más. Repite colocando los premios en lugares menos obvios; en una esquina, justo debajo de un sofá o mesa de centro, o incluso debajo de un cojín para perros. Coloca los premios mientras está fuera o en otra parte de la casa.Colóquelos mientras ella está afuera, o en otra parte de la casa.
Varia la colocación y la cantidad; algunos días solo esconde una golosina. Una vez que «lo consigue», varia el elemento oculto. Intenta esconder un juguete dispensador de comida lleno de golosinas.
También puedes optar por apagar la luz o ponerle un antifaz para perros especial para juegos de olfato (calming cap o similar).
2 Tocar la mano
Pon premios sabrosos en tu mano, cuanto más sabroso, mejor; coge uno, cierra el puño y pon la palma hacia abajo; ofrécele ese puño y dejale olfatear. Mientras lo hace, dices «¡búscalo!» Una vez que lo haya olfateado, abre la mano y ofrece el premio, diciendo: «¡buscalo!» repite esto unas cuantas veces. Luego, agrega tu otro puño vacío. A continuación, mueve las manos cerradas hacia adelante y hacia atrás, luego ofrece ambas cosas y di «¡Encuéntralo!» Cuando olfatea la mano de la golosina, di: «¡Encuéntrala!» Y ábrela para darle la golosina.
Repite esto, alternando la mano en la que colocas la golosina. A medida que continúe, espera hasta que pueda ver su nariz realmente «alerta» en la mano antes de abrirla. La idea es enseñarle que la ubicación del tratamiento varía y solo se puede encontrar oliéndolo. Una vez que lo consigue, agrega los dos puños de un amigo a la mezcla, haciéndolo doblemente difícil para ella.
3 Olores de animales
Los perros nacen rastreadores de presas, y con gran instinto cazador, aprovecha esto haciendo que aparezca el olor de otro animal. Mejor probar esto solo al aire libre, ya que los perros a menudo orinan sobre el olor de otro animal como una forma de recuperar territorio.
Para comenzar, dale una toalla o un trapo viejo a un amigo y pídele que lo frote sobre otro perro o el gato. Luego, sin la presencia del perro, coloca la tela oculta en algún lugar del patio, debajo de un arbusto o detrás de un árbol. ¡Entonces deja salir a tu perro y ve qué pasa! Puedes probar esto aleatoriamente con el aroma de diferentes animales para que tu perro adivine.
4 Ocultar y buscar (el escondite)
Mientras tu perro esté distraido escóndete en un armario, debajo de una cama o en un lugar donde normalmente no esperaría que estuvieras. Entonces solo espera, inevitablemente comenzará a buscarte. Una vez que te encuentre, alabar y recompensar! Si estás en un armario y la oyes olfatear en la puerta, sabrás que está haciendo lo que los perros han hecho durante siglos.
Luego, llévelo al aire libre a un área boscosa sin correa para perros, preferiblemente sin nadie más alrededor. Haz que un amigo sostenga a tu perro, luego camina hacia el bosque y busca refugio. Tu amigo debe esperar 30 segundos, luego decir «¿Dónde está (tu nombre)?» Y liberar. Tu perro debería buscarte. En un minuto debería encontrarte. Aumenta la distancia para dar dificultad.
5 Juego de trileros
El famoso juego de los trileros: Esconde debajo de un vaso un premio mientras el perro mira, muévela hacia alante y atrás y di «encuentra». Cuando lo huela, levanta la taza y di «encuentra». También vale que golpee el vaso.
A continuación, agrega una segunda taza. Coloca la golosina y luego mueve las tazas de un lado a otro. Di “¡Encuéntralo!” Y déjala que huela cada taza. Espera hasta que huela la correcta antes de alabar y levantar la taza.
Repetir hasta que acierte. Luego, agrega una tercera taza, y repite hasta que lo haga en el primer intento cada vez. En ese momento, sabrá que está usando su nariz y no una elección aleatoria.
6 ¿Dónde está la cena?
Consiste en cambiar la ubicación de la comida cada noche.
Primero colocarlo en la habitación de al lado; comenzará a oler con entusiasmo y encontrará el tazón rico en aromas en segundos. Al día siguiente, esconde el tazón en algún lugar de la casa y llámale a cenar. Le llevará un poco más de tiempo, pero lo encontrará y lo engullirá. Una vez que hayas establecido este juego, mueve su tazón una o dos veces por semana y haz que lo encuentre.
7 Senderos de olores
La comida no es lo único en que los perros están interesados. Los aromas únicos, como los aceites esenciales (la lavanda, el anís y la valeriana funcionan bien) pueden motivar a los perros y excitarán sus instintos de rastreo.
Para empezar, consigue un juguete favorito (una pelota funciona bien) y ponle unas gotas de aceite esencial. Luego, juega un juego rápido de búsqueda en interiores, seguido de una recompensa. Hazlo varias veces en un día. Al día siguiente, con el perro ausente, esconde el mismo juguete, luego coloca pequeños trozos de papel ungido con el aceite en el suelo, alejando a 50 cm. Luego, deja que el perro entre en la habitación donde comienza el sendero y di: “¡Encuentra tu bola!” La mayoría de los perros olerán las hojas de papel y, finalmente, conectarán ese olor con la bola. Continúa y elogia cuando sigue el rastro. Cuando encuentre la pelota, ¡recompensa!
Reduce gradualmente la cantidad de papeles perfumados hasta que pueda encontrar la bola perfumada. Una vez dominado en casa, prueba a hacerlo en el parque o en el campo. Cuando lo tenga controlado, cambia el olor y el juguete y comienza de nuevo.
8 Encuentra el olor
Para empezar, toma la misma bola perfumada y colócala en una caja de zapatos. Luego, anímala a que se acerque y la olfatee diciendo: “¡Encuentra tu bola!”. Finalmente, rascará y pateará la caja, por lo que deberías sacar la bola y recompensa con ella. . A continuación, repite esto, solo con tres cajas, la bola en la caja original (para evitar la contaminación cruzada). Di «¡Encuentra tu bola!» Y trabaja hasta que ella tenga éxito.
Ahora, en lugar de poner la bola perfumada en una de las tres cajas, simplemente coloca una hoja de papel en la misma caja, con unas gotas del mismo aroma. Oculta la bola perfumada, lávate las manos, luego coloca una bola nueva, sin perfume, en un bolsillo. Di “¡Encuentra tu bola!”. Cuando se acerque a la caja con el papel perfumado, felicita, luego saca la bola del bolsillo y tírala como recompensa. Repita esto con el tiempo, aumentando la distancia y el número de cajas.
Todos estos juegos de iniciación sólo son una pequeña muestra de todas las cosas que puede hacer un perro. Si crees que tiene mucho talento, puedes buscar algún club de olfato y rastreo o hacer algún curso avanzado.
Supongo que te habrás planteado, si eres propietario de un perro, cuál será el mejor método para enseñar obediencia, corregir malas conductas o, simplemente, entrenar a tu animal de compañía. Los tres métodos más en boga ahora mismo son: el punitivo (afortunadamente cada vez con menos adeptos), el positivo y el cognitivo. En este artículo vamos a intentar analizar los tres.
Adiestramiento Punitivo (con castigos)
El adiestramiento punitivo es el más tradicional, el usado desde siempre con todos los animales. Es básicamente un tipo de enseñanza basada en “si no haces lo que te digo, te castigo” o “Si no trabajas no comes”. A día de hoy, todavía se usa porque es el más sencillo de aplicar ya que va directamente relacionado con las emociones y pensamientos negativos que tenemos los humanos.
En este tipo de adiestramiento lo que se hace es utilizar elementos desagradables para el perro (collares de ahorque, de descargas, de pinchos o elementos molestos…) para que el perro realice una conducta adecuada. Estos métodos mezclados con el condicionamiento clásico dan unos resultados muy rápidos a corto plazo, por ello muchos adiestradores los han usado desde siempre.
Los inconvenientes de este método son tantos y tan extendidos que no me voy a detener en valorarlos. Desde coachingdogs no estamos a favor de este método y lo desaconsejamos salvo en determinados casos y SIEMPRE bajo supervisión de un profesional
¿Cuándo se debe utilizar si es que se debe utilizar?
En algunos casos no nos quedará otra: imaginemos un perro que tiene un innatismo carroñero muy fuerte y que va comiendo cosas del suelo, podría llegar a envenenarse. Si no hemos conseguido, mediante otros medios que elimine esa costumbre tendremos que utilizar algún método punitivo como – por ejemplo – un collar de vibración para modificar esa conducta.
Si tenemos un perro con otros innatismos como la predación (hay perros que salen corriendo detrás de ciclistas, runners o niños…) pueden suponer un peligro, y no nos quedará otra – si ya hemos agotado todas las opciones – que recurrir a algún método punitivo.
Todos estos métodos, insisto, deben der orientados por un experto en comportamiento canino ya que – de no estar supervisados – un propietario con poca experiencia puede hacer más mal que bien al animal y, además, crear un problema en la convivencia con el perro.
Adiestramiento en Positivo
El adiestramiento en positivo, por su parte, se basa en todo lo contrario. Reforzar y felicitar las conductas positivas de los perros e ignorar las conductas malas. De este modo, por poner un ejemplo, si tu perro está ladrando, lo que harás será ignorar ese comportamiento hasta que deje de hacerlo para, entonces, premiar la conducta deseada reforzándole para que la vuelva a hacer. Con el tiempo el animal asociará que hacer o dejar de hacer algo le reportará una recompensa que se convertirá en un estado de alegría. La pretensión es que al final corriga sus malos hábitos y comportamientos desde una motivación intrínseca y no extrínseca. En algún video he visto como un perro muy efusivo que se subía a la gente, con el tiempo dejaba de hacerlo.
Este método se acercaal ideal y, en él, se basan los sistemas educativos más modernos. No regañamos nunca al animal y, así, conseguimos que sea feliz. Con el tiempo va aprendiendo que es lo que tiene que hacer. Sin embargo, en muchos casos es altamente desaconsejable ya que si se usa en determinados tipos de conducta, no sólo no servirá, si no que podrá resultar peligroso. Imaginemos un perro altamente agresivo con innatismo cazador… no podremos utilizar el método de ignorar la conducta para corregir esa conducta. En este caso, habría que recurrir a estrategias más contundentes.
¿Cuándo debemos utilizar este método?
En animales muy estables que no tengan ninguna alteración en su conducta; que estén debidamente socializados con otros perros y humanos, que tengan inibición de mordida y que no muestren innatismos (conductas desde el nacimiento) claras hacia el carroñeo, la persecución, la presa… etc. En todos estos tipos de perros buenazos, el mejor método de adiestramiento es el positivo ya que el perro no muestra conductas agresivas ni supone un peligro para los demás o para sí mismo.
Adiestramiento Cognitivo
Entre el primero y el segundo, que duda cabe, nos quedamos con el segundo. Sin embargo me gustaría plantear una tercera opción. La educación canina desde la perspectiva cogntiva atendiendo a las características físicas, cognitivas, emocionales y sociales de los perros. Aquí desenmarañamos una inmensa red donde acercamos el pensamiento y comportamiento de los animales al de los seres humanos.
Adiestrar con este método supone analizar las redes neuronales del animal e ir construyendo nuevas para conseguir un perro equilibrado y feliz. En este caso, sí corregiremos al animal cuando tenga una conducta inadecuada frenando las redes del hacer y cambiándolas por las de no hacer. Debemos recordar que el enfado no es malo, forma parte de la convivencia de los individuos. Al guiar con la correa a nuestro perro, le estamos aplicando un elemento aversivo que no le gusta pero, nos sirve para que cuando tengamos la conducta deseada poder aflojar la correa y que él resuelva el problema o situación a la que se enfrente.
¿En qué se basa este tercer método? En un trinomio: Creación de estructura (aprendizaje), Comprensión de la estructura (usarla) y – por último – resolución de problemas. Para realizarlo correctamente, debe llevar añadido un código de comunicación en el que corregimos verbalmente o con guiado de correa si no hace lo que pretendemos, premiando y felicitando cuando sí lo hace..
Con este esquema tan básico vamos a poder enseñar a un perro prácticamente cualquier cosa; no le ocasionaremos ningún daño o huella emocional; estará equilibrado y será – en definitiva – un animal feliz.
Por supuesto en este método que aquí recomendamos, dotaremos de muchísimo vínculo emocional al binomio formado por el tutor y su amigo.
¿Tú perro se aburre y te hace destrozos?, ¿molesta a los vecinos y ladra cuando no estás?, ¿te preocupa como se siente porque piensas que se va a sentir mal en tu ausencia? ¿te gustaría conocer algunas técnicas para que se distraiga?
Voy a proponer unas cuantas alternativas para cuando el perro se queda solo en casa y no queremos que se aburra, ni esté pensando en que te has ido. En este artículo no voy a hablar de perros que tengan ansiedad por separación, este caso debería tratarse previamente antes de pasar a este aspecto.
La primera opción es plantearle al perro retos que le hagan distraerse mientras estamos fuera. La mayor parte del estrés del perro, cuando nos vamos, se suele producir en los primeros 30 minutos. Aunque el perro no tenga esa ansiedad si va a echar de menos y se va a sentir triste; recordemos que son animales familiares, de grupo y con un amplio sentido social y de pertenencia, por tanto cuando nos vayamos, se sentirá incómodo triste y nervioso.
También planteamos utilizar los sentidos que más relevancia tienen en el perro cómo son el olfato y el oído. Esparcir pienso por el suelo o esconderlo en determinados sitios para que el perro se quede entretenido buscando, le hará olvidarse por unos cuantos minutos de que nos hemos ido. Este pequeño y simple truco podrá servir para que luego se quede relajado se tumbe..
Otra opción, también dentro de los trabajos de olfato, sería ponerle juguetesespecíficos que permitan que el perro esté entretenido extrayendo comida de un objeto durante un buen rato. Hay muchas marcas especializadas que fabrican auténticos ingenios de silicona o caucho para que esté un buen rato lamiendo su contenido interno sín la posibilidad de que lo rompa o se lo acabe comiendo.
Podemos fabricarle nosotros algo que pueda tenerle distraído mientras nosotros no estamos. Una propuesta es introducir alimento semi húmedo dentro de un juguete y meterlo en el congelador; al día siguiente, al estar congelado, solidifica y se las tendrá que ingeniar para extraer el alimento. Esto le entretendrá 20 o 30 minutos, el tiempo que más estrés y disgusto causa tras nuestra marcha.
Por último hay alternativas auditivas y visuales bastante interesantes como son dejarle la televisión puesta o la radio. Se pensaba que no eran capaces de ver la televisión, eso no es cierto, otra cosa es que les interese. Las televisiones más antiguas emitían a una frecuencia que hacía que los perros, al tener una visión más rápida que la nuestra, vieran la tele a saltitos, algo parecido a cuando nosotros veíamos películas antiguas. Sin embargo las modernas de alta calidad sí que permiten captarlas. Hay un canal de televisión llamado dogTV que ya está emitiendo contenidos interesantes para perros en tonalidades bicromaticas (recordemos que los perros ven tonalidades entre azul y amarillo) y sonidos relajantes para ellos.
Y una última alternativa sería dejarles la radio puesta . Existe una emisora llamada radio can, que al igual que dog TV emite contenidos para los cálidos de forma y manera que estén relajados y tranquilos mientras estamos fuera.
El perro es el mejor amigo del hombre desde hace miles de años. Existe mucha controversia sobre cuándo, cómo y por qué estos animales abandonaron sus instintos predadores para acercarse a los humanos. También existe controversia sobre si son lobos evolucionados o una raza en sí misma.
Lo que sí está claro – según un informe publicado en current biology – que desde hace 40.000 años están junto a nosotros.
Pero ¿cuáles son las razones, al margen de la colaboración y el trabajo, que han hecho que esta relación “hombre-perro” dure desde hace tantos milenios, creando uno de los binomios más sólidos que se conocen?
La respuesta es que no sólo ofrecen una compañía sin igual, sino que también aumentan la salud humana. Y, cuando hablamos de salud, no sólo nos referimos a la salud física. La salud debe medirse en varias dimensiones: la salud físcia, la psíquica, la emocional y la social.
Está claro que tener un perro nos va a hacer estar activos físicamente con los paseos diarios que el animal necesita. Pero también ayudará a estar más tranquilo, más atento y más presente en el momento y en la vida; dotará de responsabilidad a todos los miembros de la familia (sobre todo a los niños); contribuirá a mejorar las vidas de las personas mayores; hará que cierto tipos de personas se muestren más sociales y menos aislados.
Se ha demostrado que el mero hecho de acariciar a un perro puede reducir la presión sanguínea y el ritmo cardíaco (a la vez que tiene un efecto positivo en el perro). reduciendo el nivel de ansiedad, la gestión del estrés y otras emociones negativas.
Llegados a este punto hay que recomendar un poco de responsabilidad a la hora de adquirir un perro. Elegir al compañero ideal en función de las necesidades que uno tenga es crucial. Si es una persona muy sedentaria no busque un braco o un husky que necesitan muchas horas de actividad diaria. Si por el contrario es un deportista que le encantan los retos físicos no elija un san bernardo o un perro más pachón….
Este aspecto, tan aparentemente lógico, no es tenido en cuenta por muchos dueños de animales llevando a tener una mala experiencia con su amigo.
Perros potencialmente peligrosos y razas peligrosas son términos que están muy de actualidad dada la gran cantidad de ataques que se producen por parte de perros hacia personas. Constantemente suele ser noticia (en muchos casos sensacionalista) el ataque de algún perro lo que provoca que se alerte a la población sobre los peligros de ciertas razas.
¿Deberíamos adoptar o comprar un perro? Uno de los negocios que más crece en el mundo es el relacionado con mascotas. Cada año podemos ver como los jardines y parques se van vaciando de niños y se van llenando de animales de compañía. Una de las inversiones que más posibilidades tiene de salir adelante es la de un negocio relacionado con mascotas. Hace unos días estuve en una en la que tenías que hacer cola para que te atendieran y otra para pagar los productos que habías comprado. Hay peluquerías caninas o piscinas para perros con lista de espera; los veterinarios están a rebosar y, por si fuera poco, empiezan a surgir nuevos empleos relacionados con las mascotas (principalmente los perros) antes impensables como el psicólogo canino.